Nuestras manos, ¡cuánto hacemos con ellas!
Ninguna máquina puede reemplazarlas porque ninguna de ellas tiene la capacidad de sentir, de tocar, de abrazar y mucho menos de disfrutar por el trabajo cumplido. Disfrutemos de nuestras manos, tejiendo, tocando, adornando y sintiendo la satisfacción de nuestras creaciones terminadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario